
¿Puede un maker generar impacto social?
Si bien la palabra maker ha estado en el entorno desde el año 2005, no ha sido hasta en los últimos meses que empezamos a ser conscientes de lo que esta palabra implica. Esto se debe a que la vimos junto a otras palabras que reconocemos con mucha más facilidad: trabajo, ambiente, economía, salud, educación, futuro. Aunque el concepto parezca un tanto difuso es momento de acostumbrarnos a esta palabra porque cada vez está más incrustada en nuestras diferentes realidades. Un maker se define como una persona que utiliza recursos innovadores y tecnológicos para la creación y la fabricación de objetos guiándose en los principios de independencia y libertad a la hora de crear algo.
Era 2017 cuando en una cafetería coincidimos una tarde con quienes luego compondrían Círculo. En previas ocasiones habíamos platicado sobre los proyectos que tenía cada uno de forma independiente. Casualmente todos pensábamos en proyectos con enfoques sociales (inclusión de personas con discapacidad) y medioambientales (reducción de plásticos de un solo uso). En mi caso había un producto relacionado a tecnología y en el caso de ellos un proyecto bastante ambicioso de accesibilidad universal para la ciudad. Durante varios meses construimos una amistad y siempre intercambiamos nuestros adelantos y aportes para el proyecto del otro, cada uno desde su perspectiva. Poco a poco ambos proyectos tomaron un rumbo muy diferente pero entre nosotros seguían preguntas como ¿cómo mejoramos la calidad de vida de las personas de una comunidad?, ¿reducir nuestra huella de carbono aporta al mejoramiento de nuestra vida?, ¿qué acciones concretas podemos ejecutar para reducir nuestro impacto ambiental negativo?, ¿nos corresponde a nosotros como individuos presentar iniciativas e invertir en mejorar la calidad de vida de las personas de nuestra comunidad?
Según pasaba el tiempo varias de estas preguntas pasaban por mi cabeza mientras yo me formaba alrededor de comunidades tecnológicas y el desarrollo de proyectos individuales que, casualmente, aportaron a pequeñas fases por las que el futuro Círculo estaba pasando. Poco a poco me integré por completo en el proyecto de Círculo definiendo completamente algunos de los intereses que hasta la fecha cuido y promuevo en los entornos tecnológicos y comunidades makers. Durante este tiempo, en Círculo se han gestado diferentes experimentos y han surgido muchas interrogantes respecto a la fabricación y realización de varios proyectos de los que felizmente he sido parte. Una máquina que hace hilo las botellas, intentar que una resistencia eléctrica tolere más que un solo uso, imprimir una escoba en plástico, imprimir macetas plásticas, crear prendas de papel y quemar circuitos por mencionar algunos. Cada uno de estos ha sacado lo mejor y lo peor de la situación a través de la innovación, creatividad y resiliencia en cada proceso o producto hasta llegar a otros más exitosos que seguramente ya conocen.
Círculo se inició como un movimiento en el que participaran las personas y sigue construyéndose a diario entre experimentos, colaboraciones con sus similares y aportes comunitarios. Desde la creación de cortadores de botellas con material de descarte hasta la implementación de una línea de producción de productos plásticos basada en los resultados de una comunidad de miles de personas. La fabricación de cada objeto que producimos se basa en la responsabilidad ambiental, la inclusión laboral y sobre todo en el valor que adquiere por la comunidad que le respalda, siendo esto uno de los pilares más valiosos que promovemos como individuos y movimiento social. Utilizar principios de la cultura maker ha sido muy importante en cada paso dado y gracias a eso hemos creado una pequeña red con otros makers alrededor del mundo con quienes nos apoyamos mutuamente.
Actualmente la cultura maker es parte del día a día en Círculo, todos los productos pasan por diferentes fases de diseño y pruebas, los prototipos en papel siguen siendo importantes y las impresiones 3D nos han salvado ya un par de veces. Siendo maker es emocionante ver que muchas ideas se vuelven realidad al convertirse en productos y aún más emocionante saber que estos productos generan cambio en las realidades de las personas que los fabrican y que los utilizan todos los días. Cada vez que por casualidad me encuentro con alguna de las piezas de las primeras máquinas o con fotos de algunos prototipos no dejo de pensar en que sería de ese producto si no hubiésemos pasado por esa fase y ese momento de creatividad casi invisible.
Las comunidades maker siguen creciendo alrededor del mundo, los espacios de creación comunitarios son cada vez más populares y el impacto de esta filosofía es notorio cuando hablamos de educación, salud o ambiente siendo movimientos maker quienes han colaborado de forma positiva con acciones como la creación de caretas impresas en 3D para el personal médico durante la emergencia del COVID-19, el diseño de la curricula académica en la educación de ciencia y tecnología o la implementación de un modelo de negocio abierto y funcional para reciclar plástico. Los espacios de creación serán cada vez más cálidos y humanos recordando más a los talleres de artesanos ancestrales, que al modelo de fábrica impuesta en las últimas décadas. Es más probable que la nueva generación de conocimientos de la manufactura emerja de experimentos locales, a que surja de las instituciones y grandes fábricas heredadas.
Al principio imaginamos que cada espacio Círculo que se creara en el futuro sería una especie de fábrica que pudiese suplir las necesidades de un país. Conforme ha crecido la organización, nos acercamos más a la idea de que para solucionar las preguntas que nos surgieron en el 2017 debemos imaginar, crear y fabricar desde las comunidades porque como las personas, las comunidades, pueblos, ciudades y cualquier ser vivo las necesidades son diferentes y específicas para cada uno. Probablemente las industrias tradicionales se mantengan y algunas de esas preguntas que nos movieron no las podamos solucionar nosotros pero estamos seguros de que en el futuro, desde un espacio Círculo habrá quien nos pueda ayudar a crear un mundo mejor.